Quiero salir esta noche y conocerte. Verte bailar hasta agotar la pista de baile y que el último chico te pase de lejos. Quiero un lunes zapatero para poder dormir a tu lado. Usar tus cobijas como único testigo de algo que quedará entre nosotros. Quiero beber de tu cuerpo ese líquido que apesta a hombre.
Quiero salir esta noche y conocerte, que seamos dos hombres que por una noche no conocen a nadie y que se entregan uno al otro lo que jamás han dado. Verte sudar cadenciosamente mientras me completas, escucharte jadear mientras me posees, escucharte respirar profundo conteniendo toda esa fuerza y sentir ese palpitar alterado por una maratón de besos y arrumacos.

Mañana regresaré a mi casa, con mi esposa y mis hijos, no te daré mi número para que no tropieces con mi otra vida, te diré algún nombre falso y me vestiré de joven para gustarte, este cuerpo trabajado y bien cuidado será donde deposites tu deseo y tu carnalidad sólo una noche.
Luego veré cómo hago para escaparme de nuevo otra noche a otra vida, esa vida que sólo quiero conocer, esa vida que no debo tener, esa vida que compartiré contigo un ratico, con algún otro viviré un rato más adelante.
No te quiero como amigo, nada más deseo tener tu cuerpo una noche lejos de los míos, conociendo el placer de hacer lo prohibido, lo declarado pecado y lo perseguido.