San José, medianoche, un calor de mierda que no deja lugar a dudas que el verano no quiere irse.
Dormido, junto a mi novio, sueño que me deja.
No me habla más, en el sueño obviamente, le preguntó que le pasa y me dice que ahora está disfrutando la vida más que antes y un chico se le acerca para besarlo.
Yo me levanto del lugar en que estábamos sentados, que extrañamente es un patio de la escuela en la que cursé primaria, y camino semidesnudo hacia un jardín.
El calor de mierda no desaparece, aquí durante el día en la oficina la gente se queja y yo pienso en mi sueño.
Este sueño ha estado dando vueltas por mi cama recientemente.
Mi novio hace algunos días me preguntó que si estábamos bien a lo que yo respondí que sí, yo sí, no sé si la pregunta era más bien para él mismo.