mayo 30, 2011

Fuimos tres en el pequeño carro.

Llovia copiosamente en aquel octubre oscuro que pasabamos. Igual tenía ganas de salir a bailar. El Macho me llamó, quería pegarse la fiesta. Era lo que faltaba, yo renco y él me empuja.

Me vestí de manera que mi cuerpo entrenado y bronceado se notara de la mejor manera. Usé una pequeña camiseta blanca que dejaba mi delgado cuerpo notarse. Un jeans y unas tennis blancas, todo apuntaba a cacería segura. El Macho llegó bastante modosito, como era su constumbre y nos fuimos a la Avispa a bailar.

Era martes, un día muerto en los lugares de ambiente, un día espantoso para salir, pero las ganas pueden más y en la soltería que disfrutaba cualquier opción para no aburrirme en la casa era perfecta.

El lugar estaba casi vacío, al entrar vimos a los escazos asintentes, tres viejillos, dos locas y nosotros dos. Contando a los de los bares éramos en total 10.

Mi primer objetivo era bailar, sudar y dejar el alma en la pista, así que con el Macho nos dimos a gastar suela y bailar cuanto pudieramos ahora que espacio era lo que sobraba.

Al rato de bailar entraró un tipo bajito, moreno, de buen ver. El Macho y yo casi nos quedamos torcidos a ver aquel hombrecito pasar a nuestro lado, él que miraba certeramente nos hizo ojitos y siguió su camino. 5 minutos después ingreso el novio del bajito y el Macho y yo quedamos con el moco caído. El hombrecito tenía novio, alias estaba fuera de nuestro alcance.

Paramos para descanar un rato, tomarnos algo y dar una vuelta, para ese momento la disco estaba un poco más llena y nos dimos a la tarea de buscar algo interesante para ver, y por qué no, llevarnos para la casa.

El lugar no prometía nada, todo estaba lleno de locas busconas. El morenito y su marido daban vueltas como trompos y al final nos vimos de frente, en un descanso de una escalera. El roce de la piel caliente del moreno me indico que sucedería algo más. Ese algo más quedaría confirmado cuando cerca de la media noche el novio del moreno se acercó al Macho y a mí, habló de muchas cosas, un rato después ya éramos viejos conocidos y el morenito decidió acercarse, tuvimos la sensación de ser acechados por un grupo de cazadores (o al menos así lo sentí yo). Al final de la noche el Macho ya quería irse a descansar y yo pues tenía que tomar ruta para mi casa. El morenito y su pareja se ofrecieron a darnos ride y ahí fue cuando comprendí que las intenciones estaban más que planteadas. Nos fuimos los 4 en medio de la lluvia en aquel pequeño carro blanco, dejamos al Macho en su casa y dimos media vuelta rumo a la mía. Antes de llegar estacionamos en una calle oscura y el moreno me besó, me asustó que el marido me fuera a golpear. Pero la reacción de aquel hombre fue sacarse una gran picha caliente y gruesa. El moreno hizo lo mismo por su cuenta .
Al rato estabamos desnudos los tres en aquel carro, yo chupando ambas pichas, el moreno chupando la mia, entramos en una especia de trance sexual, yo que nunca había estado en un trío mamé, mordí, chupé. El moreno tiró su asiento hasta atrás y quedó en una posición muy comoda, el novio me levantó y quede con mi picha caliente a la altura de la boca del moreno que me pedía que le diera toda mi leche y así lo hice mientras el novio me observaba. El moreno se vino torrencialmente mientras su novio recibia en la boca todo el semen espeso. La contienda no terminó ahí y continuamos dando vueltas dentro de aquel pequeño carro hasta que empezó a amanecer y era momento de regresar a casa y bañarse para ir a trabajar.

mayo 27, 2011

SEXO - CHOCOLATE - SEXO (Hombre busca hombre)

Pues no, todos se equivocan, no tuve ningún encuentro sexual con el protagonista de un post anterior.

Más bien esta mañana amanecí con cara de urgencia sexual y como ya se está haciendo costumbre mis necesidades sexuales tuvieron que ser relegadas por otras menos urgentes y menos placenteras.

Después de una semana bastante cansada y larga, el VIERNES  amanece uno con un apetito sexual desmedido y no hay cómo llenar ese vacío físico que experiementamos todos, las ganas de una buena picha, en español.

Al almuerzo mi instinto de depredador sexual se tiró a la calle y salí a recorrer las avenidas con el único fin de echarme al primer mae que me diera bola. Pero bueno el maldito destino tenía programado para mi una hora de caminata solitaria.

Absolutamente resignado a mi mala suerte y a dos intentos fallidos de saludo me interné en una pulpería, compré dos chocolates grandes, bien grandes como duras y gruesas pichas (de chocolate), los devoré casi sin respirar.

Calmé mi urgencia sexual con dos barras de chocolate.

Pidanle al santo de su preferencia que JAMÁS les toque pasar un día como este que he tenido.

mayo 23, 2011

Pensamientos (varios)

  1. Lo acepto, muchas veces las decisiones tomadas con la cabeza de abajo no son las mejores.
  2. ¡Qué rico tranzar bajo la lluvia, ojala con un morenito mamador!
  3. Si vas a salir de pezca por ahí, fijate primero en la seguridad del lugar.
  4. No seas zorra los novios de los amigos y los amigos de tu novio no deben entrar en tu menú.
  5. Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, eso no aplica a todos los polvos.
  6. Si decides tener sexo en lugares públicos asegurate de que el otro al menos se vea limpio, no hay peor sorpresa que una picha hedionda o una entrepierna sudada.
  7. Si vas a jugar al super héroe callejero alzándote machos en la vía, ten en cuenta que te pueden asaltar.
  8. Si vas a sexar en el asiento de atrás de tu carro, el cual compartes con tu pareja, no dejes huellas y menos anillos debajo de los asientos.
  9. Cuando tengas muchas ganas, buscate a un conocido, no sea que uno nuevo te deje peor.
  10. Si le vas a echar los perros al un ex compañero de trabajo es mejor que el esté de acuerdo.
  11. Si vas a sexar cerca de tu trabajo, deja la identificación en un lugar no visible.

Alguna otra?

mayo 09, 2011

Chocolate - Caramelo - Tentación

Él trabajaba para la misma empresa para la que laboro yo. Siempre que había oportunidad entre nosotros se daba un contacto físico, mínimo, muy inocente, pero se daba. Algunas miradas delataban cierta debilidad por el sexo masculino y una que otra situación dejaban ver que el Chocolate estaría más que feliz de pasar una noche de placer con este Caramelo.

Lastimosamente al Chocolate  se le presentó una mejor posibilidad laboral (mejor salario, más cerca de la casa, en su profesión) y al irse me dejó con la curiosidad de qué habría pasado entre los dos, si la tentación habría pasado a algo más o si nos quedaríamos con las ganas.

Él se había refugiado en la religión ante su homosexualidad latente. Yo abdicaba a cualquier creencia que me cortara la libertad de ser y aceptarse como soy. Punto uno en contra.

El se fue bastante lejos y los horarios chocaban. Punto dos en contra.

Conseguí su dirección de correo electrónico y resultó que se pasaba el día conectado al MSN. Punto uno a favor.

Empezamos a hablar, puras cosas sin sentido, así le preguntaba cómo le iba en su nuevo trabajo, la familia, la iglesia. Y al cabo de un buen tiempo me invitó a salir. Por los deberes académicos de cada uno no vimos la oportunidad de reunirnos, pero a todo chancho le llega su diciembre y coincidimos en que un día ambos estábamos disponibles.

Quedamos en vernos en un lugar muy concurrido, ese día llovían perros y gatos (todo menos hombres, que están escazos). Ambos llegamos en punto. Ambos llegamos sonrientes. Ambos sabíamos a que íbamos. Como siempre algo se tenía que torcer y él sintió temor.

A la hora de la hora, cuando las cosas se ponían más interesantes él pensó (creo yo) que lo mejor era sentarse a hablar de la vida, de la familia, de la religión, ahí fue cuando me perdió totalmente.

Cenamos, nada romántico, hablamos un rato y al cabo de una hora aburrido de haber entendido que no íbamos en ninguna dirección decidí decirle que me iba para mi casa pues estaba cansado por la jornada.

Nos levantamos, nos dirigimos a la salida del lugar y al estrechar su mano lo acerqué a mi cuerpo para abrazarlo, a lo  cual no puso resistencia. Y besé su cuello chocolate suavemente. Él sonrió y se fue.

Más tarde ese viernes le puse el siguiente mensaje al celular "Disculpa el beso que te dí" y el me respondió "No te preocupes, me encantó"