Afuera estuvo lloviendo, y por suerte estoy solo en el apartamento.
Ha sido una noche un tanto larga y muy agitada. Desde que estuvimos hablando por la tarde, he tenido ciertos problemas para "manejar mis hormonas", que es la forma más elegante que encuentro para decir que he estado bien duro y excitado.
En realidad vengo desde hace días con ganas de coger, bien bien rico, y admito que hablar con vos no me ayudó para nada a calmarme. Más bien, después de que fuimos a tomar café, empecé a pensar en vos, en las veces en que nos perdimos por algún hotelillo a pasar la tarde juntos, quitandonos la ropa, y sudando para pasarla bien. Ojalá vos lo recordés también.
Mierda, ya estoy duro otra vez. Ya me siento otra vez excitado, pero me preocupa que ya me he "dado placer" dos veces. Bueno, esa es la forma civilizada de decir que me la he sobado como un salvaje, y que he quedado bañado en mi propia leche. Vos siempre me has dicho que hago mucho ruido cuando me vengo, y tenés razón, pero por suerte mis vecinos de arriba no pudieron escucharme por el ruido de la lluvia. Uy, mirá, sí es cierto, aún no he arreglado esa hijueputa gotera.
Así que bueno, estoy frente a la compu aquí a medianoche con dos vasos de agua, con la verga ardida de sobármela en tu nombre sin que te dés cuenta, y estoy escribiéndote que son las doce medianoche y me la he sobado ya dos veces en tu nombre, para que te dés cuenta. Es vacilón, vieras que llegó un momento en que ya no se me ocurría en qué más pensar para excitarme. Era como si ya te hubiera comido por completo. Bueno.. comer no es el verbo que tengo en mente.
Primero recordé tu voz y la forma tan deliciosamente vulgar en que me insinuabas que nos escapáramos a coger. Cuando me lo decías, ya estaba perdido, arrastrado por ese rumor de tus palabras. Luego tu sonrisa de malo, y tus ojos, sobre todo la forma en que los tenías cerrados y fruncidos cuando te venías. Me encanta ese gesto tuyo que tenes al regarte. Arrugás la cara y parece como si algo te doliera, y de pronto abrís los ojos como si estuvieras viendo un fantasma o quién sabe qué, hasta terminar con la frente sudada y el pelo despeinado.
Después de eso, recordé tus hombros, anchos, donde me gustaba tanto pegarte un mordisco mientras nos bañábamos, y donde más de una vez colocaste mis rodillas al penetrarme. Y tus brazos, oh por Dios, esos brazos tuyos me vuelven loco, sobre todo cuando me abrazabas fuerte, o cuando usabas tu fuerza para dominarme y jugábamos a que me violabas, y yo muy gustoso me dejaba violar por vos.
Cómo me gustaría que me volvieras a violar así como lo hacías.
Después de eso, recurrí a tu pecho, suave y duro a la vez, que yo usaba para morder y tambien para descansar mi cabeza cuando me sentaba encima tuyo y vos me penetrabas, y me cansaba de subir y bajar. Luego, tu abdomen, o panza (sé que te acompleja un poco estar un poco pasadillo de peso, pero creeme que te ves muuuy bien.. no estás gordo.. pero sé que no importa cuántas veces te lo diga, no me vas a creer).
Ya al final caigo en tu verga, en tus huevos, en tu culo.. Tres lugares a los que siempre quiero volver por más. Tu olor a piel sudorosa y excitada. Tu sudor que resbalaba por la espalda y llegaba hasta tus nalgas. Tu verga dura y deliciosa que yo chupaba con descontrol mientras acariciaba con mi mano izquierda tus huevos, todo para que gimieras.. Y de ahí a chuparte el culo. Que sé que la primera vez tenías desconfianza, pero luego te gustó. Me encanta pasar mi lengua por todo tu cuerpo, pero es en tu verga y en tu culo donde podría pasar horas lamiéndote, llenándote de mi saliva.
Mierda.. ya estoy duro otra vez.. Ya ni siquiera quiero sobármela. No es por el dolor. Ya superé lo de la excitación.
Ahora es algo más.
Una necesidad básica, primordial. Va más allá del deseo y las ganas de sentir tu cuerpo sobre el mío.
Es algo orgánico, metabólico.Por eso hablo de sed.
Porque el deseo no es un fuego, como nos lo han pintado.
No.. es un río que arrastra, una corriente, un ruido de cascada que destroza los planes que tenía en la tarde para así escaparme con vos. Un dique que estalla y nos baña. La lluvia y el rocío que brotan de tu cuerpo. La húmeda necesidad de sentirte y ahogarme en vos..
No... es más bien unas ganas de beberte, de saciarme de vos, de que me perfumes con tu sudor.. de que tu saliva sea tinta en mis labios, y pinte caminos en mi pecho... de ser inundado con tu semen dentro de mí.
Voy a la cocina por el tercer vaso. Nunca es suficiente.
4 comentarios:
Este escrito es una contribución de un amigo. El único que sabe que escribo en un blog. Espero lo hayan disfrutado.
Como para no disfrutarlo, Ozu tío que nonsabes como me has dejado. Me encanta me hizo soñar y todo.
Un beso cielo
Wow!!!! muy erótico, un gran post... me encantó... realmente exitante
alex:
Gracias alex. Me encanta haberte ayuddo a soñar...
ViTor:
Gracias por dejar el comentario. Que bueno que te gustó.
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