Le gustaba desnudarme de vez en cuando, pero nunca pudo hacerlo tanto como quiso.. tenía miedo a comprar en Golfito, y eso no nos dejo mucho tiempo para ejercer el sano oficio de la lujuria, excepto durante algun café inofensivo, en el que se me insinuaba (más por cortesia que por necedad). Él conocía muy bien lo que era el paraíso y cómo compartirlo, varias veces gracias a su gran cortesía me permitió conocerlo.
Debo confesar que compartiamos el gusto por las letras obscenas... y el café con leche de las ganas.
Mi cara de niño necesitado de amparo lo confundió y nunca dimos un pasá más allá. En un abril caluroso nos entregamos al placer de conocer nuestros cuerpos en un motelillo de las cercanias universitarias.
Fueron tres las citas hotelezcas, que empezaron con mis miradas lividinosas frente a un cisne ahoracado y mucha agua. Él y varios de sus amigos, yo y mi acostumbrada soledad. Una sonrisa, un par de gestos y lo seguí hasta su parada del autobús...
Mi número le dí después de jugar al niño inocente en medio de una orgía (aún me sirve esa vieja treta, aquella vez fue nuestra condena), luego de varios mensajes y muchas insinuaciones bastante claras terminamos llenando cada momento de las tres horas que nuestro dinero podía pagar en aquel motelucho de calle de la amargura.
Algún tiempo después se ofreció caballerosamente (un rasgo muy suyo que me conquistaba) a acabar con el estrés que me abrumaba en una sesión de café con leche y mucha calistenia.... al teminar me dejó una noche fría de julio en las inmediaciones del parque Morazán.
Ahora se ha emancipado... se ha largado donde mejor le calienta el sol (con otro o con otros) todo en busca de un futuro mejor... más dinero, más sexo, más amigos y yo.... Yo aquí sentado escribiendo sin él, sin su humor y sin su paraíso.
De sus últimos reproches rescato este "... lo que cuesta con vos, es tener que aguantar tus cambios de tema"
4 comentarios:
ummm, y si te dejo, pues ya le olvidamos, no? porque para que vas a estar pensando en todo eso...
Un beso cielo
alex:
Hola, pues él me dejó para irse a trabajar a otra provincia. En realidad no me dejó... somos excelentes amigos, antes trabajabamos a 5 minutos, ahora ya no podré salir a almorzar con él.
Eso sí, lo de buen polvo no se lo quita nadie...
Saludillos.
Se fue pero lo disfrutaste en su momento... ver el paraiso vale cualquier despedida....
KagosaVampire:
Aún lo disfruto, pero ahora está en el Olimpo... yo me encargaré de traerlo de vez en cuando a estos lares terrenales.
Saludo Vampirilla.
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