septiembre 20, 2010

Del tamaño de un dedo

A los 21 vivía en una casucha,
su espejo era del tamaño de un dedo
sólo podia medio ver sus ojos
reflejados en un pedacito de vidrio.

A los 25 compró un espejo más grande
y se mudó a vivir en una casa decente
hasta tenía cuarto para la empleada.
Y vio su cuerpo joven reflejado en el espejo.

Con 30 las canas apenas asomaban
su cuerpo había aumentado el peso
ahora vivía sola y sin espejo,
se odiaba más que nunca.

Con 32 no quería salir
no quería verse al espejo.
Renegaba diciendo que sus amigos
no la entendian.

El problema era que su autoestima se había quedado reflejada en su primer espejo, era tan pequeñita como el tamaño de un dedo. Y con el pasar de los años el cuerpo cambia, las canas y las arrugas empiezan a asomar y la gracia pasa de ser física para convertirse en algo muy espiritual. Y la vida nos va dando experiencia, mejor autoestima y paz (si nos aceptamos).

Llegar a los treintas es bonito, se acaban un montón de temores y se superan muchos problemas, pero todo esto es el resultado de lo que se haya hecho durante los 20's, los errores, las metidas de patas, el estrés, el estudio, el cansancio.

6 comentarios:

hpereyraf dijo...

Eso de que los 30s son el resultado de lo que hicimos a los 20s me deja pensado... creo que aun a los 30s se pueden hacer cambios y enmendar muchas cosas.

Unknown dijo...

Es obvio que se puede cambiar y enmendar muchísimas cosas. Pero lamentablemente no podemos perder de vista que todos nuestros actos tienen una consecuencia.

Unknown dijo...

kriStofer, muy cierto pues cada desición que tomes va a repercutir en el futuro.

Edgard Verygay dijo...

Tal vez haya dos etapas difíciles para pasar: delos 20 a los 30 y de los 59 a los 60.-

Un abrazo fraternal.

Anónimo dijo...

Yo me estoy comprando ahora un espejo más grande y es genial.

Un beso cielo

Unknown dijo...

Edgar, si etapas bien difíciles xq cambian muchas cosas.

alex, yo creo que no necesitas uno grande si no mucha autoestima y con eso hasta sin espejos se vive.