agosto 19, 2009

5 y 8 minutos

5:08 y la oficina vacía, cuando ya casi todos se han ido y el silencio se acumula en las esquinas de los aposentos.

Sólo la húmedad de la tarde y yo permanecemos entre las blancas paredes llenas de cuadros.

Los parlantes escupen a la sombra de un león y los teléfonos duermen ahora.

Mientros termino de escribir estas líneas me preparo para partir y dirigirme al mundo, al ruido y a la vida palpitante de una capital tercermundista.

Quizá de camino encuentre una distracción que me haga olvidar la pesadumbre del clima laboral y el encierro a que nos vemos sometidos los trabajadores.
Mañana será otro día y las arenas del tiempo me traeran nuevos aires.

1 comentario:

KagosaVampire dijo...

pues si, a veces trabajar se hace demasiado aburrido y tedioso... pero ni modo...

saludos!