Olor a ti

Verlo me hizo recordarte. Y su olor me confirmó mis sospechas. Él estaba aquí para una entrevista de trabajo y yo debía entrevistarlo.

Su cara, sus gestos, sus movimientos y SU AROMA me hicieron pensar en vos. Vos que te fuiste pensando que no te quería, vos que me terminaste por sms, vos que sabías que me encantabas pero no comprendías que te amaba a mi manera.

Ahora su olor (tu olor) se ha quedado pegado en mi nariz, sólo para hacerme recodar aquellas maratones de sexo que teníamos en aquel hotel cerca de la U. Recordar que te preguntaba si querías ir al cine, a cenar o simplemente sentarnos por ahí a hablar y tu respuesta indistintamente era - quiero ir al hotel contigo -.

Tres horas después su olor y los recuerdos del tuyo me ponen a pensar si contratarlo no se convertira en un peligro contanste (olor a peligro?) y no puedo contestarme pues ese aroma me embriaga igual que la primera vez que recorrí tu cuerpo delgado con mi lengua filosa, la noche en que mordí tu cresta íliaca y las muchas veces en que intentaste penetrarme sin lograrlo y tu nariz sangraba y sudabamos de la congoja.

No lo voy a contratar, tu olor me lo impide, no quiero verte en su rostro, no quiero recordarte en su aroma.