Vivimos tan inmersos en un mundo en el cual todo debe ser perfecto que a veces nos olvidamos que por regla general la perfección es un asunto muy discutido pues depende del ojo que la mire.
Les doy unos ejemplos a ver si me logro explicar:
El mae que no me conoce, nunca me ha hablado y que perfectamente podría ser un completo bestia, me mide por cómo luzco, mi estatura y hace cara de oler mierda. No soy perfecto como él.- Los tipos hombres y mujeres que buscan cuerpos de portada sin importar el costo. Hay que ser perfecto aúnque muera del hambre.
- Aquellos que se aman tanto a sí mismos que no logran encontrar alguien que sienta por ellos pero ni asco. Soy tan guap@, ric@, inteligente y desead@ que nunca vas a estar a mi altura.
Mis amigos me dicen que cómo logro trabajar en una oficina dónde el desorden reina sobre todo lo demás, alegan que soy un perfeccionista sin remedio... y los que verdaderamente me conocen saben que estoy muy lejos de la perfecccón y que no hay nada que odie más que ese continuo buscar algo perfecto sin tener idea de qué es.
No digo que uno deba ser un completo desorden, por el contrario apoyo la metodología del mejoramiento continuo (como buen administrador), pero no quiero decir que entonces si la ensalada no es con lechuga totalmente organica cultivada en los cerros de Escazú y aderezada con los ingredientes italianos traídos directamente de las jardineras del Vaticano entonces no va a funcionar si hago la puta ensalada con una lechuga comprada en el Hiper y aderezada con ingredientes de Cartago. Me explico.
¿Cuál es el afán de buscar la perfección en cosas tan simples como servirse un vaso de agua o lavar los tennis?
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