Mis dos semanas de silencio.

Siempre se ha dicho que si no se tiene algo bueno que decir entonces nos quedemos callados.

Bueno eso exactamente hice yo... cuando me di cuenta que mi miedo a la página en blanco era temor casi escénico o miedo al frente de batalla, entonces decidí quedarme callado y no decir nada más. Prácticamente tengo más de 15 días de no publicar un post ni hacer un comentario en ningún blog... y ante la multitud de correos electrónicos, llamadas personales, mensajes al celular y un sin fin de medios de comunicarme que les hacia falta (en realidad sólo una persona me recordó que tenía dos semanas de no escribir, mi muy querido kriSTofer, gracias a vos y a esos mensajes recordándome que estoy viejito y que ando sin inspiración), hoy escribo de nuevo para decirles que aunque no recibo premios, ni carnets de ningún bloguero no pienso retirarme (pobrecito el que creyó que su contribución al mundo de las letras era muy grande) del mundo blogueril, al menos no por el momento.

Y después de dos semanas en las que pasaron muchas cosas (Ricky anuncio ser gay - gran noticia -, se vino la Semana Santa y nos fuimos de vacaciones, un terremoto en Baja Caliifornia - y que los compañeros del trabajo dicen que es el fin del mundo -) hoy les vengo a contar que todo sigue igual y que eso me alegra mucho... tengo 31, sigo con los mismos 5 kilos de sobrepeso, tengo tres plantas nuevas, tres libros  por leer y he visto mucho cine... entonces no todo sigue igual... y para colmo de males también me alegra.

Así mis muy queridos lectores seguiré apareciendo por acá para contarles muchas cosas de esta pequeña vida, ii con minúscula, que va día día descubriendo que gracias a Dios todavía podemos mirar hacia adelante con algo de optimismo.

Besos a los que me leen.